El Irish Hospitals Sweepstakes o Sorteo Irlandés, como era más conocido, fue creado en 1930 por el entonces recién formado Gobierno irlandés.
Fue una de las mayores loterías jamás creadas y su finalidad era financiar un incipiente sistema de hospitales irlandeses.
Los fundadores sabían que loterías similares estaban prohibidas tanto en el Reino Unido como en EE.UU. Se dieron cuenta de que necesitaban penetrar en ambos mercados para maximizar sus ventas y no se dejaron intimidar por la legislación que regía las loterías en aquel momento.
Ver también: Los 10 MEJORES pubs irlandeses de Londres que TIENE QUE VISITAREn un momento dado, con unos 4.000 empleados, fue el mayor empleador del Estado durante sus 57 años de existencia.
Esta plantilla era ciertamente necesaria, ya que cada año se vendían millones de billetes de lotería en todo el mundo. Sus empleados, en su mayoría mujeres, estaban mal pagados, muy a diferencia de sus accionistas, que eran muy ricos. El tamaño y el alcance de la operación eran más que impresionantes.
El Gobierno irlandés estaba encantado con la inyección de fondos en el sistema sanitario, ya que Irlanda era uno de los países más pobres de Europa en aquella época.
Esto puede haber provocado que fueran muy relajados en cuanto a la legislación, que a posteriori distaba mucho de ser estanca. Una situación que los fundadores de los Sorteos estaban dispuestos a aprovechar al máximo con vistas a enriquecerse.
Si el Sweeps hubiera logrado su objetivo principal de rehabilitar viejos hospitales o construir otros nuevos, el sistema sanitario de Irlanda habría sido la envidia de muchos en todo el mundo, dado que se calcula que las ventas de entradas alcanzaron la asombrosa cifra de 16 millones de libras en 1959.
En cambio, se convirtió en uno de los mayores escándalos de la historia, que enriqueció a sus deshonestos fundadores y puso de manifiesto la codicia, el nepotismo y la corrupción política que imperaban en Irlanda en aquella época.
Algunos estiman que sólo el 10% del dinero total recaudado con la venta de entradas llegó realmente a los hospitales.
Los propietarios continuaron con sus turbias operaciones hasta la década de 1970, momento en el que se calcula que habían desviado más de 100 millones de libras.
Había tantas lagunas en la legislación que los fundadores pudieron cobrar cuantiosos salarios que no tributaban en Irlanda, además de gastos no compensados.
Increíblemente, los hospitales que recibían el pequeño porcentaje de fondos que realmente llegaban a la causa prevista tributaban al 25%.
Especialmente repugnante -si se me permite el juego de palabras- para mucha gente fue el uso de niños ciegos para ayudar en los sorteos. En un caso, dos niños ciegos, con sus nombres en cartulinas, sacaron los números de un barril. Los taimados fundadores los sustituyeron después por enfermeras y policías para demostrar su "legitimidad".
Se habían hecho tan ricos que habían comprado empresas como Irish Glass Bottle Company y Waterford Glass, dos grandes empleadores de la época. Amenazaron a los políticos que empezaban a hacer preguntas con que, si se les detenía, se producirían enormes pérdidas de empleo con despidos.
Hubo muchas acusaciones de compra de boletos ganadores con información privilegiada, de financiación de campañas electorales para políticos "amigos" y de asociaciones con antiguos paramilitares.
La situación política del país en aquel momento permitió que el fiasco se prolongara hasta 1987.
Ver también: 10 curiosidades sobre San Patricio que no conocíasEs cierto que parte del dinero iba a parar a los hospitales, pero pocos lamentaron su cierre después de que un periodista sacara a la luz su funcionamiento.
Fue un golpe especialmente duro para los trabajadores, en su mayoría mujeres mal pagadas, y sus familias, a quienes se avisó con poca antelación y, para colmo de males, posteriormente se descubrieron déficits en el fondo de pensiones.
Con el tiempo, el Sorteo fue sustituido por lo que hoy conocemos como la Lotería Irlandesa, una lotería completamente legal sin conexión alguna con su turbia predecesora.