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Puede que suene a ciencia ficción o a novela fantástica, pero un informe ha determinado que una zona concreta de la isla de Irlanda es un "punto caliente" para las personas superaltas. He aquí un resumen de los hallazgos, los riesgos para la salud y mucho más.
Ver también: Agujero de gusano de Inis Mór: Guía definitiva para visitarlo (2023)El estudio, realizado por científicos, ha revelado la existencia de un "punto caliente gigante" en Irlanda del Norte.
Esto significa que en una zona específica del Norte vive una gran población de portadores de una rara mutación genética que les hace crecer mucho más que la media de los humanos.
Mientras que una de cada 2.000 personas es portadora de este inusual gen en el Reino Unido continental, una de cada 150 lo es en este "punto caliente" de Irlanda del Norte.
El antiguo gen, que se remonta unos 2.500 años a la Edad de Hierro, se analizó utilizando muestras de saliva en el condado de Tyrone, lo que dio como resultado la prueba de que esta zona del centro de Ulster, en Irlanda, es un foco de personas superaltas.
Riesgos sanitarios
Aunque todos conocemos y nos encanta el cuento del "gigante amistoso", los riesgos para la salud a los que se enfrentan los portadores de este gen mutante son graves. Aunque cuatro de cada cinco portadores no experimentarán ningún efecto secundario importante, el resto se enfrenta a muchas realidades duras.
Los pocos desafortunados que son portadores de este gen y sufren sus efectos secundarios corren el riesgo de sufrir insuficiencia cardiaca y hemorragias, según revela el informe.
"Si mides dos metros, tu corazón tiene que bombear con más fuerza para que la sangre suba otro par de metros hasta el cerebro, por lo que estas personas sufren insuficiencia cardiaca con más facilidad", explica el profesor Patrick Morrison, ex presidente de la Sociedad Médica del Ulster.
Los dolores de cabeza también son un contragolpe habitual. Estos dolores de cabeza surgen de una pequeña glándula situada bajo el cerebro que se encarga de materializar el gen "gigante". Esta glándula permite a sus víctimas crecer hasta alturas desmesuradas liberando cantidades salvajes de hormonas, mucho más de lo que el cuerpo humano necesita.
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Debido a la ubicación de la glándula (cerca de la cuenca del ojo), las víctimas de este gen pueden sufrir también graves pérdidas de visión. Entre los efectos comunes se incluyen pies y manos más grandes de lo normal, pero sólo entre el cinco y el diez por ciento de quienes experimentan efectos secundarios llegarán a ser "gigantes".
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Si la mutación genética se detecta a una edad suficientemente temprana, puede tratarse con determinados medicamentos o con métodos que ralenticen el crecimiento de estas hormonas. La cirugía cerebral también es un posible tratamiento para esta situación potencialmente mortal.
En los medios de comunicación
Si echamos la vista atrás en la historia, ya ha habido indicios de que esta parte de Irlanda es un foco de personas superaltas. Por ejemplo, un hombre de Tyrone llamado Charles Byrne, de Drumullan, saltó a los titulares en el siglo XVIII por su estatura excepcionalmente grande.
Byrne, que medía la friolera de 2,5 metros, sobresalía por encima de la gente normal y era la estrella del espectáculo de fenómenos del Museo Cox.
Ver también: 10 geniales tatuajes irlandeses en InstagramAunque su último deseo era ser enterrado en el mar, su gigantesco esqueleto se encuentra ahora en un museo londinense.